Hoy puede parecer una fecha anodina, un dΓa mas en estos tiempos de confinamiento que vivimos, pero para mi, representa el final de mi cuarentena. Significa que ya no tengo covid19, que estoy βlimpiaβ…
AtrΓ‘s quedan dΓas de autΓ©ntica pesadilla, que casi deberΓa preferir no recordar, pero creo que compartirlos con vosotros, puede ayudarme y por quΓ© no, ayudar a otras personas que estΓ‘n en la misma situaciΓ³n y poder decirles que, aunque pueda parecer imposible, todo termina pasando.
Por mi trabajo, mi empresa es de las denominadas de βservicios esencialesβ, me he visto obligada a estar constantemente en lo que denomino βZonas 0β, desde que comenzΓ³ todo: Hospitales, residencias de ancianos, call centers, pisos de fallecidos por la enfermedad… y, en algΓΊn momento, a pesar de los EPIs, de las precauciones, el virus se vino conmigo.
Me empecΓ© a encontrar mal un martes. En un principio, los sΓntomas parecΓan los de un catarro normal, asΓ que, en ese mismo momento fui a una farmacia a comprar Frenadol, ya que no querΓa que fuese a mΓ‘s. Tengo un problema importante y es que si no me cuido esos catarros, invariablemente acaban en bronquitis y -pensΓ©- que para nada era el momento.
AsΓ pues, seguΓ trabajando, pero el Frenadol no funcionaba del todo y note un factor nuevo. HabΓa perdido el gusto y el olfato casi por completo, pero al fin y al cabo, eso tambiΓ©n sucedΓa en los catarros. Y decidΓ, al terminar la ruta ese dΓa, pasarme por la base del SUMMA que queda cerca de casa, para pedir que me recetaran los antibiΓ³ticos que tomo con las bronquitis, ya que los centros de salud ya no estaban disponibles.
Me atendieron rΓ‘pidamente y me recetaron una caja de 3 comprimidos de azitromicina, de 500. Nada, para el arsenal que mi doctora acostumbra a recetarme, cuando llego a la consulta, con una orquesta de viento en el pecho, pero bueno, si no mejoro con esto-pensaba- ya veremos. Lo importante era no caer y seguir trabajando.
El antibiΓ³tico me mejoro un poco, pero cada vez me costaba mΓ‘s respirar. Me cansaba enseguida y llevar mascarilla, tanto la de βmoscaβ del trabajo, como la otra, no contribuΓan a poder respirar mejor. Y yo seguΓa pensando que esta vez, ante la falta de medicamentos, la bronquitis iba a ser de Γ³rdago. Ese viernes, mi ΓΊltimo servicio fue en uno de los hospitales que llevamos. Recuerdo que todo era caΓ³tico, agobiante…las urgencias colapsadas, la gente en los pasillos, desorientada, el personal sanitario desbordado… y yo, yo solo querΓa llegar a casa para meterme en la cama y descansar.
El sΓ‘bado me encontraba fatal. No tenΓa fiebre, si acaso unas dΓ©cimas, pero no remontaba. Necesitaba los antibiΓ³ticos. Intente llamar a los tlf que habΓan proporcionado para modificar la receta electrΓ³nica e incluso llamΓ© al gratuito de la Comunidad de Madrid. La respuesta que obtuve fue la de una operadora del 061 que literalmente me βladroβ diciΓ©ndo βque yo no estaba asfixiΓ‘ndome, que en la voz se me notabaβy βque estaba perdiendo el tiempo conmigo cuando tenia 100 llamadas en espera.β
AsΓ que, me arme de valor, me vestΓ y cogΓ el coche de nuevo hasta la base del SUMMA. AllΓ, un mΓ©dico que tenΓa mΓ‘s miedo de acercarse al paciente que otra cosa, y conste que no se lo reprocho, me reconociΓ³ y me receto, que en ese momento no me di cuenta, una medicina para expectorar y otra para evitar la tos, polaramine, y mΓ‘s paracetamol. En ningΓΊn momento me dijo, vΓ‘yase a urgencias ni nada. Me dio la receta y me mando a casa reiterΓ‘ndome incluso que no saliera.
El domingo lo pase en la cama encontrΓ‘ndome cada vez peor. Llevaba sin comer desde el viernes y me obligue a tomar algo, ya que la medicaciΓ³n cada vez me sentaba peor. El lunes por la maΓ±ana llame a mi centro de salud, para pedir la baja y para que me viera algΓΊn mΓ©dico. La respuesta? Que ya me llamarΓan para citarme al dΓa siguiente. En esos momentos casi fue un alivio, ya q me veΓa incapaz de levantarme de la cama. Solo querΓa dormir.
A todo esto, mi hija pequeΓ±a, tambiΓ©n se encontraba mal, con febrΓcula y cansada. Pero ella se repuso enseguida. Apenas dos dΓas le bastaron. Y yo me sentΓa aΓΊn peor por que ella estuviese preocupada por mi. Ya se que es una tonterΓa, pero era algo que no podΓa evitar. Y empece a temer que, si me pasaba algo, ella tuviera que verlo la primera.
Ese impulso me llevo a que, a primera hora del martes, volviese a llamar al centro de salud para reclamar y me dijesen que me acercara para que me viese un mΓ©dico. AsΓ pues, me vestΓ y volvΓ a coger el coche. Ya me habΓan dejado claro que deberΓa llegar allΓ por mis propios medios.
Una vez dentro del centro de salud, me hicieron subir una escalera de casi dos pisos, en lugar de que el mΓ©dico bajara, ya que el ascensor estaba parado. AhΓ si que creΓ que me asfixiaba.
Una vez en la consulta y tras auscultarme, el veredicto fue, que, de nuevo por mis medios, debΓa acercarme al centro de especialidades para que me hicieran una radiografΓa. Cuando le dije βpero ud ha visto como estoy?β Su respuesta me dejo a cuadros βhay que moverse D. No le queda otra.β AsΓ que, vuelta al coche y a conducir hasta el centro. Por suerte encontrΓ© sitio en la puerta y la zona de rayos estΓ‘ en la planta baja. Me atendieron al momento y tras la prueba, me quedΓ© un rato allΓ sentada. Me habΓan dicho que en cuanto la recibieran, me llamarΓan y que me fuese a esperar a casa.
Tras la espera en la sala, y viendo que no llamaban, me fui al coche,dispuesta a volver a casa y esperar allΓ el resultado, pero justo cuando me abrochaba el cinturΓ³n, me llamaron y me dijeron β D. VΓ‘yase ahora mismo al hospital. Tiene neumonΓaβ
En ningΓΊn momento nombraron covid19. Solo neumonΓa y yo me cabree sobremanera, ya que, en mi aturdimiento, no dejaba de pensar que por la falta de medicamentos, la bronquitis habΓa derivado en eso.
Y ahora tenΓa que pensar en cΓ³mo ir al hospital. Justo lo que habΓa querido evitar todo este tiempo, las atestadas salas de espera, las urgencias, era lo que irremediablemente me tocaba… Y justo en ese momento sonΓ³ el telΓ©fono sobresaltΓ‘ndome. Era mi hija mayor preguntΓ‘ndome si habΓa ido al mΓ©dico ya. Para no preocuparla le habΓa dicho que me encontraba mejor, que irΓa al centro de salud. En ese momento ya le dije la verdad, que tenΓa que irme a urgencias. Por el altavoz la escuche hablar con mi yerno y la voz de Γ©l diciendo que no me preocupara, que venΓan a por mi.
Regrese a casa y casi a la vez que yo, llegaban ellos. En ese momento me di cuenta que ya no podrΓa subir a casa, pero tampoco me preocupΓ© mucho. Total, me darΓan la medicaciΓ³n y me mandarΓan a casa. PodrΓa descansar por fin.
AsΓ que cerrΓ© el coche y me subΓ al de mi yerno, mientras mi hija me abroncaba desde el asiento de atrΓ‘s, que por quΓ© no le habΓa dicho que estaba tan mal y todas esas cosas.
En 5 minutos estuvimos en la entrada de urgencias del hospital. Mi yerno se marchΓ³ y ella se quedΓ³ conmigo solo el tiempo que tardo en tramitar mi ingreso. Una vez que traspasabas las puertas de la sala, ya nadie podΓa acompaΓ±arte. AsΓ que le pedΓ q se fuera a casa, me busque un asiento libre y me dispuse a esperar.